Ante el crecimiento por el interés en usar hidrógeno como combustible de los coches QED advierte del alto coste medioambiental que, en contra de lo que se dice, puede suponer: El vehículo de hidrógeno sí contamina, y mucho.
«La supuesta “contaminación cero”, sin duda, una falacia tan burda que cuesta entender cómo hay técnicos y políticos siguen aceptándola. O tienen intereses ocultos o se les atragantaron las ciencias en la escuela elemental. Es obvio que si en vez de quemar hidrógeno se utilizara directamente el gas natural, se reduciría considerablemente la eficiencia energética y la contaminación total.»