Javi Martín habla de goles que no existieron, pero que estuvieron a punto, y de lo que podría haber pasado si hubiesen entrado. Once goles que pudieron cambiar la historia.
«Pocas veces, quizás sólo en el célebre Maracanazo, una final de un Mundial ha tenido un favorito tan claro. A un lado, la potente Hungría de Puskas, Czibor y Kocsis, 28 partidos y cuatro años sin perder, incluyendo el humillante 3-6 a Inglaterra en Wembley en “el partido del siglo“. Al otro, Alemania, finalista sorpresa, que ya había recibido un 8-3 de los húngaros en la primera fase. Cuando a los 8 minutos Hungría ganaba ya por 2-0, todo parecía sentenciado. Pero Alemania se rehizo y logró el empate antes del minuto 20. En el segundo tiempo, el meta alemán Turek desbarató varias ocasiones magiares y el alemán Helmut Rahn marcó en el minuto 84 el 3-2. Hungría se volcó entonces y, a falta de dos minutos, Puskas recibió el balón en la frontal del área, se internó en la misma y batió a Turek de lanzamiento cruzado. Mientras los húngaros celebraban el empate camino del círculo central, el árbitro inglés William Ling invalidaba el gol por fuera de juego. Una decisión polémica que aún hoy colea.»