¿Ha de leerse a quien está en las antípodas a ti ideológicamente? Pues Antonio Dyaz piensa que es un ejercicio sano y beneficioso. Discutible, empezando por los nombres que da como ejemplos: Leyendo al enemigo.
«Juan Manuel de Prada, que participó amablemente en mi primer cortometraje “Labios”, es un escritor enorme, aunque abducido por sus coordenadas. Los que amamos las palabras, los letraheridos, encontramos placer en la lectura de personajes que están en las antípodas de nuestra ideología. Ese es el verdadero gozo, no leer a Javier Marías en el dominical de El País. Lo hermoso sería encontrar sus piezas en el suplemento del ABC, en vez de una homilía de Rouco Varela.»