Emilio de Gorgot glosa la figura de Ray Manzarek, el mítico teclista de Los Doors, recientemente fallecido. En In memoriam: Ray Manzarek.
«En esta ocasión, creo que no puedo rendirle mejor homenaje que siendo completamente sincero y diciendo cosas que, quizá, a algunos les puedan resultar chocantes. Desde muy joven fui un gran admirador de The Doors. Escuché sus discos hasta la extenuación y, como creo que casi todo el mundo que ha disfrutado con su música, sufrí el “síndrome Jim Morrison”. Dicho de otro modo: durante muchos años compartí la teoría general de que The Doors no podían existir sin Morrison y casi me parecía lógico que la banda no hubiese conseguido continuar una carrera exitosa después de que su carismático vocalista muriese prematuramente en París. Un pensamiento producto de la fuerza del icono, o tal vez sencillamente de que —como a tanta otra gente— los árboles no me dejaban ver el bosque.»