Mucho se ha escrito de la sonrojante entrevista a Aznar en televisión el otro día. Esto es lo que dice Íñigo Sáenz de Ugarte. El caballero de la triste figura.
«El ego de Aznar también le perderá en cuanto a esas hipotéticas posibilidades de regreso. Sólo puede aceptar una vuelta por aclamación, como la que protagonizó Manuel Fraga. No va a enfangarse en la jungla política, aparecer como candidato a algo. Conspirar exige un esfuerzo que está por debajo de sus méritos. Otros tendrán que hacer el juego sucio por él. Y, como saben los que se tiraron a la piscina cuando Pedro J. y Esperanza Aguirre tocaron zafarrancho de combate tras la derrota de 2008, pueden encontrarse agua suficiente pero llena de tiburones. No habrá paz para los traidores, es decir, sitio en las listas electorales.»