Espléndido este texto de Santi Pagés analizando el uso de la política como un producto publicitario más, y consumido como tal, desde la perspectiva que da el mundo del cine y la televisión. La política como producto.
«Argo cuenta una historia real, desclasificada hace apenas unos años, ocurrida en 1979 en medio de la Revolución Iraní, durante la que un grupo de diplomáticos americanos escapa por los pelos del asalto a su embajada. Hostigados por las masas airadas, no les queda más remedio que refugiarse en la vecina delegación canadiense. Así quedan. Cercados, aislados en un país que preferiría verlos muertos. Tony Mendez, agente de la CIA (llamada en confianza La Compañía o La Agencia), tiene la genial (sin ironía) idea de sacar del atolladero a esos infortunados fabricando el rodaje de una película de ciencia ficción titulada precisamente Argo, y basada en una novela del respetado autor del género Roger Zelazny. El plan era bien digno de cualquier episodio de la clásica Misión Imposible (Mission: Impossible. Bruce Geller, 1969-73) o de la olvidada y breve Mascarada (Masquerade. Glen A. Larson, 1983-84): Poner en pie una enorme representación teatral que incluía carteles promocionales, la creación de una productora, un guión y hasta storyboards a cargo del mismísimo Jack Kirby.»