A Barbijaputa se lo llevan diciendo, como a tantas otras mujeres, desde bien pequeñitas: Sé una señorita.
« Si eres una señorita no puedes jurar, no puedes llevar una camisa sin planchar, no puedes tener porno en el ordenador, no puedes reírte de chistes de rabos, de hecho no puedes usar la palabra “rabo”, es más, no puedes hacer nada con un rabo que no sea dejar que te lo metan.
Bueno… poder puedes hacer todas esas cosas, pero ya sabes qué viene luego, “señorita”.
Ser una señorita también acarrea ciertas responsabilidades para con tu aspecto. No puedes llevar el pelo como si te hubieras peinado con la almohada. No puedes sudar la ropa aunque hayas corrido 100 metros para no perder el autobús. No puedes olvidar mirarte las piernas y la longitud de tus pelos el día que quieras ponerte medias claras. Y, llegadas a una edad, no puedes aparentar más edad de la que tienes. De hecho no deberías tener cierta edad. »