Albert Figueras vuelve, como de vez en cuando, a pensar sobre las rayas en el suelo que separan lo tuyo de lo mío. Reflexiones en torno a la frontera
«La península de Cornwall (Cornualles) se encuentra en el extremo suroeste de Gran Bretaña, en la conjunción del Canal de la Mancha y el Mar Celta. Frente Cornwall se encuentran las islas de Scilly, un archipiélago formado por cinco islas y unos cuantos islotes cuya existencia descrubrí a comienzos de la década de 1990 cuando leí la novela Y a mi sobrino Albert le dejo la isla que gané a Fatty Hagan en una partida de póker, de un periodista y un editor que firman con el pseudónimo de David Forrest. Se trata de una divertida historia que explica como, durante la guerra fría, tras recibir la curiosa herencia de su tío, Albert decide tomar posesión del islote y convertirlo en punto turístico; sin embargo, un submarino ruso embarranca frente a su costa y los náufragos toman la mitad de la isla; poco después unos marines de la VI flota de los Estados Unidos toman la otra mitad. Lejos de la Casa Blanca y del Kremlin, y olvidados por sus mandos, los soldados pactan una tregua y se dedican a hacer cosas conjuntamente, actividades mucho más divertidas, como jugar al béisbol o montar una destilería de whisky.»