Cuando se discute sobre la “lectura social” a través de las redes 2.0, no debe haber nada más explicativo que poner un buen ejemplo. Eso es lo que a su modo propone Gemma Lluch en la última entrada de su blog: Croquetas y wasaps, Begoña Oro.
«Me gusta compartir la lectura. Comentar los fragmentos que me emocionan. Me gusta leer y analizar, detectar una característica de la autora, emocionarme con unas líneas bien construidas, localizar cómo se marca el ritmo. Subrayar, revisar, copiar en mi Acces, añadir datos sobre marcas lingüísticas que manipulan el ritmo…»