Soledad Torrero se acerca a la figura de Dino de Laurentiis, un productor cuya mera aparición en los títulos de crédito ya nos hacía pensar que la película iba a “ser de las buenas” cuando éramos pequeños. Dino de Laurentiis. El último productor transatlántico.
«Es difícil definir qué estilo o en qué tipo de cine participó mayormente. La realidad es que el productor napolitano se inclinaba de la misma forma a proyectos artísticos o al cine de acción, a películas de clase B o a súper producciones, a proyectos con buena perspectiva o no tanto. Jamás le importó la opinión de la crítica y al ser imposible encontrarle un patrón en sus elecciones, lo único que podemos concluir es que siempre mantuvo una determinación inquebrantable, trabajando hasta su muerte para hacer más… más y más cine.
Es indudable que siempre contó con una energía infinita, sin interesarle demasiado cuán grandes eran sus éxitos o fracasos. Ante los contratiempos, siempre se levantó para continuar produciendo películas con la misma decisión de siempre.»