Nunca atenderemos lo suficiente a Guinea Ecuatorial. Jorge Berástegui utiliza la excusa de la apertura de una librería y de los libros sobre el paçis para retratar a nuestra reciente colonia: Una librería para hablar de Guinea Ecuatorial.
«La historia oficial ha sido benevolente con el colonialismo español en Guinea. El mismo almirante Carrero Blanco, que hizo muchos negocios en la excolonia y fue presidente del Gobierno de Franco hasta que lo asesinó ETA en 1973, afirmó: “España nunca ha explotado a los naturales de la República Ecuatorial. Lejos de sacar ningún provecho económico de ellos, ha dado cuanto ha podido”. A través de la historia de Julián Ayala, un crápula en toda regla, la realidad se ve muy diferente: en Guinea había campos de trabajo que parecían de concentración, se practicó el genocidio de algunos clanes que se resistieron al poder colonial. Y se formó una casta rijosa que violaba mujeres y practicaba la corrupción y el contrabando, con la complicidad de la metrópoli. Todavía hoy hay viejos que se estremecen relatando las historias sobre Ayala.»