Un intento (con más o menos fortuna) por parte de Darío Menor de explicar en líneas generales la desquiciada situación política italiana. Caótica Italia.
«Para sacar adelante sus propósitos Il Cavaliere se sirve de su fascinante telegenia y de su gran capacidad para comunicar y para vender ideas. Su imperio mediático multiplica estas habilidades. El ex primer ministro controla tres de los cuatro canales de televisión privada que hay en el país por lo que, cuando a él le interesa, como ocurrió en los dos meses precedentes a las elecciones del pasado febrero, resulta imposible zafarse de Berlusconi al encender el televisor. Este poderío en la pequeña pantalla resulta decisivo en un país con una población tan envejecida como Italia. Son sobre todo los ancianos, grandes consumidores de televisión y que utilizan este medio como fuente principal para informarse, los que siguen confiando su voto en el magnate pese a la retahíla de borrones políticos, económicos, judiciales y morales que manchan su carrera. »