De la importancia del movimiento 15M para desculpabilizar al ciudadano de la crisis: Culpa, 15M y metáforas del catolicismo.
«En ese sentido, el 15M, siguiendo con las metáforas del catolicismo, operó como un bautismo, bautismo como liberación del pecado original que todos arrastramos como ciudadanos que viven en un sistema en el que es imposible no cometer los pecados de pensamiento, palabra, obra u omisión que arrastramos del origen de la crisis (en el mismo sentido es tramposo e imposible pedir “pureza inmaculada” a cualquier movimiento transformador –si tienes iPad ya no puedes plantear cambios–, igual que cualquier niño que nace en el catolicismo ya arrastra como herededor de Adán y Eva el pecado original de la humanidad -y con ello la culpa y la sumisión).»