Julio Aramberri explica las razones coyunturales e históricas por las que Hun Sen va a ganar las próximas elecciones en Camboya.
«No resulta fácil para nadie ostentar tanto poder como para que sus decisiones políticas sean indiscutibles y el acceso de Hun Sen a él tampoco lo fue. Pero Hun Sen tenía una gran cualidad: oía crecer la hierba. A los veinticinco años era ya comandante de un batallón de los jemeres rojos (méroux en el país) y con él escapó a Vietnam cuando se olió que podía ser el blanco de otra de las escabechinas internas que tanto gustaban a aquel régimen de asesinos paranoicos. Parece que en sus años de militar perdió el ojo que le falta, un accidente que daba pie al siempre caritativo de Sihanouk para llamarlo «el lacayo tuerto de los vietnamitas».»