Ángel Gómez Fuentes cuenta la historia de un jubilado italiano que, tras ser desahuciado por impago de su apartamento, se dedica a vivir de tren en tren con su carnet de inválido que le permite hacerlo gratis. En Un jubilado desahuciado, con 80 años, vive en viaje permanente en los trenes.
«Vive Silvano en la pobreza absoluta, pero con gran dignidad: “No soy un sin techo. No me he hundido o desesperado. Cuando me despierto por la mañana, voy al lavabo del vagón para lavarme y afeitarme”. Silvano se ha habituado a esta vida “sui generis” y llega incluso a apreciarla: “Viajando conozco a muchas personas. Uno se abre a los demás. Conozco a casi todos los inspectores de los trenes, con alguno de ellos soy amigo. A veces por la mañana me traen el café“»