Carolina Velasco hace un análisis de la figura de Devendra Banhart, uno de los músicos indepedientes más singulares de la escena norteamericana. Devendra Banhart, radiografía de un espíritu libre.
«Todo en la vida de Devendra Banhart es atípico, hasta su nombre: Devendra Obi Banhart. Obi, efectivamente, hace referencia a Obi-Wan Kenobi. Devendra es un sinónimo de Indra, una deidad hindú. Nacido en Texas, se mudó con su madre a Venezuela a los dos años, tras el divorcio de sus padres. En plena adolescencia, con 14 años, una nueva mudanza, esta vez a Los Ángeles; y de ahí a San Francisco, a donde fue a estudiar Bellas Artes. Una vez allí se instaló en Castro, el barrio gay de la ciudad. Abandonó los estudios y se fue a París en 2000. Allí no tenía más que “una guitarra y un discman que me había dado un amigo, pero no tenía un lugar donde vivir ni dinero”. No cabe duda de que buena parte de la música de Devendra está marcada por esas idas y venidas, esa deriva existencial, el haber entrado en contacto con culturas tan diversas y el ser bilingüe: Devendra canta en castellano o en inglés en base a lo que la canción le pida, algo que muy pocos artistas suelen hacer.»
2013-04-16 14:13
Sí es una vida increíble, vamos que no hace falta que le inventen una vida como a algunos artistas para hacerlso más interesantes¡¡