Aunque no me guste escribirlas me divierte leerlas, y creo además que se puede aprender mucho de ellas, aunque también muchas veces más del autor que del criticado: crítica muy negativa del DON GIOVANNI – W. A. MOZART en el Teatro Real, a cargo de Rubén Romero Sánchez.
«Luego está el decorado. Si de algo no puede acusar el Real a Tcherniakov es de dilapidar el presupuesto. Tres horas de función y lo único que cambia es que a veces hay sillas y a veces no. Tantas escenas con cantantes o figurantes hieráticos y siempre con el mismo decorado, y eso durante tres horas… cualquier médico nos lo desaconsejaría.»