Catalina Ruiz-Navarro celebrando –y cuestionando algunas cosas– la marcha multitudinario en Colombia para pedir paz de una vez por todas: Onomatopeya.
«Son preguntas obligadas. Creer constructivamente en la paz implica cuestionarla. Es la diferencia entre marchar como un zombi y marchar como un ciudadano. Sí, es imposible saber qué movió anteayer a cada uno de los marchantes, pero es notable que la marcha fuera pacífica aun siendo tan grande, tan diversa y con posturas políticas antagónicas. La marcha mostró una voluntad de paz, que por no ser homogénea se sintió real y viable.»