Adolescencia, mixtapes, amor, copia, cultura: las trampas de la nueva Ley de Propiedad Intelectual, Helena Cabrera arrojando luz sobre las muchas oscuridades y torticerías (no lo busqueis en el RAE) de la reforma de la LPI.
«Porque a El Legislador le urgía elevar a rango legal lo que la palabra de Mariano Rajoy ya había convertido en hecho: una nueva definición de la copia privada y la modificación de su sistema de compensación a los creadores de obra sujeta a Propiedad Intelectual. Autores miembros de una sociedad de gestión de derechos que pudieran ver mermados sus ingresos por culpa de esas adolescentes atolondradas copiando discos para empujar a sus amigas a montar una banda y películas para ayudar a esos chicos a que vuelvan a entenderlas, como antes.»