Suso de Toro pide
Disculpas a los lectores de sus
Botellas al mar por no antender últimamente la sección. Esto, claro, carecería de interés sino fuese porque se justifica hablando de un nuevo estado de ánimo, de una nueva esperanza colectiva que surge de ver renacer a un pueblo y de una marea que salpica a todos y que no para de crecer. Mi natural me impide ser tan optimista, pero sí es cierto que algo está cambiando: “Me había resignado a la idea de ser un escritor solitario y sin una comunidad viva detrás, alrededor, un escritor muy siglo XX, que se comunica a través de su obra y protege su yo vulnerable tras filtros y gafas oscuras. Y ahora mi país ha cambiado, yo mismo he cambiado. No sé, no conozco que va a ser de todos nosotros, de mí.”