Blogatus escribe el perfil que merecía un entrenador como Pellegrini. El ingeniero
«Dice frases que hacen pensar: “Si uno se dedica solo al fútbol, va a saber muy poco de fútbol”. Suelta paradojas y suele leer libros en las concentraciones, aunque eso tampoco significa mucho, porque abundan los cretinos ilustrados. Yo creo que a Pellegrini podría escribirlo Haroldo Conti: “Más de una vez, si alguno lo hubiese visto así tendido en la costa lo habría tomado por un muerto. Parecía un muerto. Pero él tenía una vaga noción de ese mundo silencioso y adormecido que lo rodeaba, principalmente algunas sensaciones a las que, en definitiva, parecía reducirse ese mundo: el calor, más bien un líquido pringoso y tibio, y ese zumbido del calor que era el producto de diez mil zumbidos combinados, roces y zumbidos, y el olor ácido que despedían su cuerpo y sus ropas”. Pellegrini parece algo existencialista, lleva corbatas celestes y tiene surcos en el rostro que parecen ríos, por eso apostaría por Haroldo Conti.»