El título no es más que algo secundario en el contenido de este texto en el que Alicia Murillo y June Fernández contestan un puñado de preguntas sobre el acoso callejero machista a las mujeres: Lo que El País no quiso publicar sobre acoso machista en la calle. [Ref.: @comandogopegui]
«Las mujeres no nos permitimos el lujo de opinar sobre la forma de caminar o de vestir de un hombre desconocido que nos cruzamos en plena calle. ¿Por qué ellos sí lo hacen? Porque es una demostración de poder, porque si un conjunto amplio de hombres intimidan a las mujeres de una sociedad podrán ofrecer “protección” a la que tienen en casa creando así una situación de dependencia. El acoso callejero, el mal llamado piropo, no es un halago, es otra forma que el patriarcado tiene de hacer ver que el cuerpo de las mujeres es un espacio comunitario que se puede tocar, maltratar y sobre el que se puede opinar libremente.»