Sobre anécdotas, tertulias y chismes literarios, Maximiliano Tomas: Cuando el chisme se convierte en literatura.
«En esos almuerzos, que disfruté durante años como un chico que va al cine acompañado de sus hermanos mayores (con hermanos que opinan maliciosamente y en voz baja en la oscuridad, mientras se proyecta LA película), nunca tuve dudas de que lo que se hacía en esa mesa no era narrar infidencias, revelar secretos, rememorar anécdotas: en esa mesa se ponían en escena pequeños relatos espontáneos, se hacía literatura como en los viejos tiempos.»