Un ejercicio curioso: Miguel Santa Olalla analiza el balance económico anual de Inditex desde un punto de vista filosófico. El balance de Inditex.
«Si nos tomamos en serio la propuesta, no bastaría solo con ingresos y gastos. Tendrían que aparecer otras muchas variables. La primera de ellas, el factor humano. Analizar, por ejemplo, si todas las empresas del grupo inditex respetan los derechos humanos y las legislaciones laborales de los países en los que se implanta. Conocer de primera mano si reinvierte una parte de los beneficios en los países en los que se implanta y, por qué no, preguntarse por el nivel salarial medio de sus trabajadores. No vamos a ser ingenuos y esperar que el sueldo medio de todos se equipare al de un trabajador occidental, pero sí sería exigible que esté unos puntos por encima del sueldo medio del país de que se trata. Preguntarse, por ejemplo, cuánta diferencia hay entre la persona que menos cobra en tienda o fábrica y la persona que más cobra. En definitiva: valorar, con cifras, si la empresa no sólo impulsa el desarrollo económico del país, sino que también está implicada en procesos de desarrollo educativo, cultural y humano. Algo que, de lograr una respuesta positiva, debería contar tanto o más que los meros beneficios económicos.»