Bueno, ya saben cómo me gustan las polémicas literarias, ese remedo intelectualoide de las luchas en cuadriláteros de barro. Javier Calvo responde a un artículo en el que se le(s) acusa de connivencia con la difusión oficial de la España (literaria) de toro y pandereta: Los aclimatados: una respuesta pública a Jaume Subirana.
«¿Cuál es entonces mi problema con el artículo de Subirana?
Mi problema llega cuando el tono airado da paso al insulto, y en este caso el insulto a mi persona y a la de otros autores que fuimos invitados. Yo no elegí ser invitado, pero acepté con agradecimiento la invitación, que me permitía además prestar apoyo personal a los editores de mis libros en Francia. Estoy seguro de que es el caso del resto de autores que asistieron al Salón de Bruselas. A los organizadores del Salón y al Inst»