Fran Casillas cuenta la fascinante historia de la casa de Winchester, una contrucción surrealista que levantó la viuda del fabricante de rifles por motivos no del todo claros. En Espítirus, arquitectura y armas de fuego.
«Cada vida es diferente, pero todas las muertes se parecen en un detalle crucial: siempre dejan preguntas sin responder. Sarah Winchester nunca escribió un diario ni concedió una entrevista e, inexplicablemente, ninguno de sus viejos sirvientes soltó palabra que arrojase luz sobre una biografía tan enigmática como fascinante. Nueve décadas después de su fallecimiento, el nombre de Sarah permanece envuelto en una bruma de leyenda.»