Justo Serna hace una buena reseña de la nueva edición de Caricaturas y retratos, de Julio Camba. Camba, el fisonomista.
«Son vidas reescritas según el enfoque de un tipo serio y guasón a un tiempo. Hay algunas piezas que me parecen filigranas y otras que se me antojan aliños de rápida confección. Pero un periodista que sabe escribir es una perla. Resulta un observador. Justamente es eso Camba en estas Caricaturas y retratos: un fisonomista. No hay que abrumar con erudiciones sin fin. Tampoco hay que hacer literatura esforzada, de lirismos torpones. Con Camba, la semblanza parece salir sin dificultad.
No siempre entiende a sus escritores, pero qué bien los perfila. ¿Para qué? Yo creo que está claro desde el principio del libro: para protegerse, para ampararse, para reproducirse o proyectarse en autores a los que admira o detesta. Es un tipo llegado de la Galicia profunda y Madrid le da el todo. O eso cree. En cualquier caso, escribe sobre autores que han llegado al público, que han logrado celebridad y un sinfín de glosas. En Camba, el retrato es una alusión al referente que allí estuvo; es un trazado sutil y a veces grosero de un espejo en el que el periodista se ve reflejado o deformado.»