Espeluznante y apasionante crónica del momento de la explosión de la bomba de Hiroshima desde el punto de vista de varias víctimas: Así fue sobrevivir a Hiroshima, de E.J. Rodríguez.
«Fascinado por la bella e inesperada visión, Isao Kita ni siquiera sintió la necesidad de ponerse a cubierto. En aquellos breves instantes no cayó en la cuenta de qué era lo que estaba sucediendo. Semejante fenómeno atmosférico lo hipnotizó. Sin embargo, justo a continuación notó otra cosa, mucho más desagradable: una repentina ola de calor. Un calor insoportable, torturante, asfixiante. Pese a que su ventana estaba cerrada, el calor traspasó el cristal y el joven meteorólogo se sintió instantáneamente sofocado, como “si hubiese puesto la cara justo frente a la puerta de un horno”.»