Otis B. Driftwood recuerda una famosa anécdota sobre Bette Davies y Joan Crawford a propósito de ¿Qué fue de Baby Jane? Y no la recuerda porque sí. Hacer un Joan Crawford.
«La película fue un éxito y una de sus protagonistas, Bette Davis, fue nominada al Oscar a la mejor actriz que iba a concederse en 1963. Para Davis, además de una gran oportunidad de relanzar su carrera, podría ser un hito histórico, puesto que por entonces ninguna actriz había conseguido tres estatuillas. Las crónicas cuentan, y parece que es cierto, que Crawford estaba tan furiosa por no haber sido también candidata que se dedicó a hacer campaña para que Davis no resultase ganadora. Incluso se puso en contacto con las otras nominadas para proponerles recoger en su nombre el premio en caso de que ellas no pudieran estar presentes. Es cierto que de haber ganado Davis, probablemente la película habría conseguido una promoción adicional muy valiosa de cara a la taquilla, lo que también redundaría en beneficios para las actrices, puesto que Crawford y Davies iban a porcentaje. Pero eso a Lady Joan no le importaba, sencillamente no podía consentir que su rival y enemiga ganase.»