Albert Figueras recuerda a un viejo conocido, el biólogo Lluis Rejat, y tres historias de insectos relacionadas con él.
«Releyendo algún periódico atrasado encontré una noticia que mezcla creatividad con solidaridad, insectos y vida diaria. Se trata de una iniciativa que ha comercializado un collar que permite mantener alejada la mosca tse-tsé del ganado bovino, evitando así que los animales enfermen y que la frágil economía de los pequeños campesinos africanos se vea afectada periódicamente por la enfermedad de los bueyes que les ayudan en las tareas de labranza. La base del invento surgió al observar que esta mosca no ataca a una especie de antílopes que desprende un olor especialmente fuerte; el collar de bueyes y vacas contiene unas cápsulas que desprenden ese olor, de modo que mantiene a las moscas alejadas de los animales. »