En los últimos tiempos han muerto y resucitado tantas veces a la novela que lo de Lázaro se queda en chiste. Ahora le toca a
Sergio Ramírez que, poniendo como ejemplo las de Tomás Eloy Martínez (de quién por cierto, tienen hoy un artículo,
Fábula de la cigarra y las hormigas), proclama que está muy viva. Yo sólo les diría a todos los que la matan y la reviven que me digan qué es una novela.