Buen texto de Noel Ceballos sobre El humor en Sylvia Plath, sobre la dificultad que tenemos, creo, para detectar la ironía en la tragedia.
«Muy verdad, pero tampoco debemos olvidar lo divertida que puede llegar a resultar la prosa de Sylvia Plath. Terrible, turbadora, amarga; también sardónica, imaginativa, rica en hallazgos. La campana de cristal se abre con una de las primeras frases más deslumbrantes de la historia de la literatura: “It was a queer, sultry summer, the summer they electrocuted the Rosenbergs …”. Ese tono de poesía extraña se mantiene durante toda la novela, que muchos críticos han visto como una de las sátiras más demoledoras del papel que la década de los cincuenta (y las inercias mentales de los primeros sesenta) atribuyeron a la mujer.»