Enrique Dans arremete contra los inhibidores de señal del congreso puestos para evitar que los diputados tuiteen lo que allí se discute; por lo visto es privado, aunque se haga con dinero público. Inhibiendo la democracia.
«Comento el asunto porque me parece absolutamente ejemplificante de hasta dónde se puede llegar: el Congreso de los Diputados, haciendo uso de la tecnología para “boicotear el boicot” de algunos representantes de los ciudadanos, y conseguir así su propósito de hurtar brevemente la comparecencia del Sr. Draghi a la ciudadanía. Por supuesto, la comparecencia “secreta” no solo está ya completamente disponible en todas partes (incluyendo el canal YouTube de ICV y la página web del BCE, que Jesús Posada no puede “inhibir” por más que le gustaría), sino que el propio Mario Draghi ha afirmado que él no tenía ningún problema en comparecer a puerta abierta, poniendo de manifiesto lo absurdo de todo este tema. En el fondo, la estupidez y la paranoia de un presidente del Congreso y de un partido empeñado en el secretismo, que cree que “las redes están en su contra” y que pretende ocultar a la ciudadanía todo lo que pueda. El mismo gobierno que está retrasando todo lo retrasable la ley de transparencia y reformulándola para que no cumpla siquiera los estándares mínimos internacionales.»