Un pequeño acercamiento a una realidad tan terrible como olvidada: la búsqueda de desaparecidos que, catorce años después, continúa en Kosovo: Volar en el cielo de Kosovo para alejarse del duelo, por Prune Antoine.
«Llegada a Orahovac (Rahovec en albanés). El equipo se presenta a los habitantes antes de recoger los testimonios de los vecinos, en su mayoría hombres mayores. El área que se debe excavar está situada al lado de una mezquita, delante de una granja. Alan Robinson designa un perímetro de una decena de metros que será cercado con cinta amarilla, emblemática de la escena del crimen. Los ayudantes se despliegan, peinan a fondo la zona y colocan pequeñas banderas mientras que las excavadoras comienzan a remover la tierra bajo la mirada del propietario del lugar.»