Breve Oda al centro comercial desde una visión de país emergente, Colombia; por Tatiana Acevedo.
«Luego tal vez la antipatía hacia estos espacios brote de una silenciosa (pero consistente) desconfianza hacia las clases medias y populares. Mujeres u hombres, con nuevo poder adquisitivo, que, según este culto reduccionismo, van a salir corriendo a “consumir” poseídos inevitablemente por el demonio del “capitalismo rampante”, alienados, mudos, a comer pollo y comprar minifaldas, en una vida linear, sin conversaciones interesantes, dudas, matices.»