Pues propone Andrés Boix unas pocas medidas urgentes para hacer frente a la corrupción de cargos públicos: Corrupción y reformas en la Administración pública española.
«3. Un régimen de incompatibilidades durísimo. El cachondeo español en la materia se tiene que acabar. No puede ser que se permita que un abogado del Estado (o un letrado de cualquier Comunidad Autónoma) trabaje por las tardes en un despacho privado, por poner un ejemplo de hasta dónde llega el absurdo de la laxitud de nuestras dedicaciones parciales o de las posibilidades de trabajar por ahí simplemente renunciando al complemento específico del sueldo. No se puede consentir que haya dedicaciones completas que a la vista de todo son, en la práctica, parciales.»