Vale, no son todos iguales, no son todos corruptos, pero, y los que no lo son, ¿hacen algo para cambiar las cosas? Juan Ramón Lucas, Un suponer.
«Y lamento mucho repetir lo mil veces repetido, pero es que no tengo la percepción de que ni siquiera los políticos que honestamente sirven a los ciudadanos, muevan un dedo para cambiar las cosas. Por eso tampoco vale ya su confesión de honestidad: si de verdad están en esto para servir a la gente, si de verdad se sacrifican y viven su vocación de servicio público, que empiecen ya a exigir de sus partidos que cambien esta realidad que nos asfixia y abran de verdad las ventanas democráticas. O que empiecen por cambiar sus propios partidos.»