Ya es un rumor general que sigue creciendo: estamos en los niveles más bajos de libertad desde el franquismo.
José Luis Trasobaros lo nota en los Medios de Comunicación: “e cierran programas, se fuerzan relevos, se deja de llamar a los desafectos , se presiona desde arriba para que éste o aquél no aparezcan en tertulias o no escriban en tal o cual periódico. Ante un gobierno que maneja o influye directamente sobre fuertes paquetes de publicidad y que además tiene en su mano la concesión de licencias (como las digitales que se dieron en la víspera de las últimas elecciones generales) no es fácil resistirse. La cosa es tan seria que muchos perjudicados ni siquiera recurren al recurso del pataleo. Se aguantan (nos aguantamos) y buscan nuevas salidas sin armar demasiado ruido. No vaya a ser peor.”
Libertades bajo mínimos.