Clicks de famobil, juegos de infancia, la infancia de su hijo, la adicción al libro y al polvo… da igual de lo que hable Absence, hay que leerlo. Lepismas en el imperio secreto.
«Construí mis propios líderes personalizados. Mi favorito era un soldado de la Unión, un yanqui del Séptimo de Caballería al que pinté unas botas negras y coloqué un casco de motorista, tuneando así mi propia versión de Mad Max, mi guerrero de la autopista aunque yo le bautizara Carquiñoli, que es una galleta catalana de almendra que el tiempo vuelve dura como la piedra. Le acompañaba un click rojo con cartucheras y poncho mexicano al que llamé Chihuahua. Un tipo callado, muy hábil con el Winchester. Ambos encabezaban mi particular grupo salvaje, donde también había sitio para un rubio que primero fue paleta y luego especialista en sigilo y armas blancas. Mi complicidad con ellos era tal que decidí conservarlos. Durante mucho tiempo decoraron alguna estantería. »