Yo tengo una memoria pésima. Creo que es cosa de familia, porque nos pasa muchas veces que las conversaciones entre hermanos se consumen entre intentos de recordar nombres, títulos, fechas… sí hombre, era ese… como se llamaba… es el que hizo esa película que se titula… esa de los terroristas que toman un edificio… En fin, que cuando uno lee que mucho de eso puede ser culpa de una educación mal enfocada, pues como que se alivia y libera el ego genético de peso:
Las trampas de la memoria, por
Antonio M. Battro: ” En la escuela ejercitamos la memoria de muchas formas, premiamos sus virtudes y castigamos sus faltas, pero no siempre lo hacemos con inteligencia. Aprender las tablas de multiplicar de memoria es un logro más apreciado que aprender un poema”.