Yo conozco ya varios casos de familias que no pueden pagar no ya los libros de texto, sino un libro de lectura o unas libretas, o la medicación para la hiperactividad que, aún con receta, cuesta varias decenas de euros: Profesores y familias ante los retos de la crisis y los recortes (), por Rebeca Mateos Herraiz.
«Uno de los casos más extremos que se dan en este centro es el de un alumno de procedencia rumana cuya familia atraviesa una delicada situación económica. “La madre ha acudido al centro a pedir trabajo en varias ocasiones. Nos cuenta que no tiene ni para pagar el agua, ni la luz, ni el alquiler…”, comenta Estela. Debido a esto, el centro se comprometió desde el año pasado a dar 2 euros al día al estudiante de 15 años para que se comprara el almuerzo. “No lo sabemos con certeza, pero podría tratarse de la única comida que hace al día”.»