Cicutas y cruces: suicidas ilustres es un repaso a la moralidad histórica del suicidio y los grandes nombres que optaron por usarlo. Por Rebeca Viguri.
«Ese Nietzsche, que tanto magnetiza a millones de suicidas y adolescentes que lo conocen como materia de estudio antes de llegar a la universidad, viene a ser a la filosofía algo así como Tarantino a la historia del cine. Pero es alimento nutritivo y disculpa de mucho atormentado, como Rousseau lo es de mucha mente despejada. Cuando el alemán anunció que el suicidio era “el nuevo orgullo del hombre, que fija su fin e inventa una fiesta: el morir” llevaba unas poderosas razones vitales que los medios empiezan a considerar porque la realidad suicida ya es más real que fantasmagórica.»