Aplaude Pepo Pérez la negativa de varios autores de prestigio, del mundo del cómic, de la novela y del arte, a recibir premios institucionales como como modo de resistencia y protesta no violenta en estos tiempos en que la violencia del Estado hacia sus ciudadanos se recrudece. Un rotundo no.
«En estos días parece volver con fuerza el rechazo al poder establecido. Los reconocimientos del poder no son tomados en muchos casos como signo de prestigio sino como dádiva de un establisment que percibimos completamente corrupto. El gran triunfo de los sistemas democráticos modernos es precisamente que nos tragamos el cuento de que que ya estaba, que se había logrado después de tanta lucha, sudor, sangre y lágrimas; de que ya se había instaurado un “gobierno del pueblo”. Lo único positivo tal vez que se puede sacar de estos años de “crisis” (aunque podríamos llamarla restauración, por ejemplo) es que la fachada ha caído, y que si estamos como estamos es porque el poder ha gobernado durante años, y gobierna, contra el pueblo al que dice servir.»