Castells denuncia que todos los gobiernos quieren controlar la Internet porque les da miedo la libertad y autonomía que significa para las personas que se conectan, que pueden informarse, comunicarse y organizarse entre sí, sin que medie el filtro gubernamental de lo que deben saber, pensar y hacer. No es de extrañar pues que la mayor preocupación al respecto sea buscar la excusa con la que controlar y regular el funcionamiento de Internet. Las dos más usadas y aceptadas de mejor agrado por la ciudadanía: la pornografía infantil y el terrorismo.