Joana Bonet habla del boom del sexo en las novelas desde el incontestable éxito de las famosas sombras de Grey. Cliteratura.
«descorche de un género maldito.
No hubiera podido ser de otra manera: ahora, un cuento de hadas con látigos, zurras y fustas triunfa en todo el mundo cuando las mujeres son mayoría en las universidades y han adquirido un elevado dominio en la expresión social. Porque aquí no se habla de liberación, sino de satisfacción, habida cuenta de que ya casi nada queda por transgredir y conviniendo en que el sexo es un microclima y ¡ay de quien pretenda sublimarlo o censurarlo! Hoy, las prácticas libertinas cohabitan en los dormitorios con galán y tocador y las múltiples ofertas de la tecnosexualidad han modificado los Epitelios tiernísimos. Es ocioso insistir en que el llamado porno para mamás rezuma, además de infantilismo narrativo, un código moral propio del Tea Party. Y que el masoquismo light es la excusa para buscar el viejo amor, desde tiempos de Tristán e Isolda.»