Pedro Mairal habla de las muertes con nombre y las muertes sin nombre. Y de muchas más cosas. Variaciones del oso. Vía @hijotonto
«El oso que murió en el zoológico esta Navidad se llamaba Winner. Las dos personas que la semana pasada murieron en los saqueos no tienen nombre. En realidad tienen, pero no los sabemos. “Dos personas murieron” dicen los medios. La muerte del oso nos sensibiliza de una manera más pura. El animal no lleva carga de culpa, ni crimen, ni moral, ni razón ni nada. La gente que entró a saquear, en cambio, pareciera que sí. Como si no hiciera falta saber quiénes eran. Ya los conocemos, son los de siempre, los de cada fin de año, los saqueadores encapuchados. Todos culpables de pobreza. Encima no roban pan, roban grandes televisores. “Llevarse un plasma no es hambre” dice el gobernador Daniel Scioli, como si el plasma no se pudiese vender para comprar comida, como si el hambre además fuese sólo de estómago, y no ese hambre de mirar toda la vida del otro lado del vidrio las cosas caras y nuevas que no te vas a poder comprar.»