Empezar a ver la serie de televisión británica Doctor Who puede ser bastante desconcertante, pero hay un alto porcentaje de probabilidades de quedar enganchado para siempre. Para aumentarlo puede no estar mal leerse este Manual de uso: Doctor Who.
«El Doctor puede viajar a cualquier rincón del universo, antes, después, ahora… pero sistemáticamente, la Tierra se convierte es un imán del que no puede –ni quiere- escapar. Su fascinación con nuestro planeta, y en especial, con sus habitantes, le ha valido al Timelord el título de paladín de nuestro mundo. El mismo que le sirve de orfanato y patio de recreo. El Doctor nos estudia, nos mima, nos cuida y nos regaña. Como si de sus criaturas se tratara. A veces aplicados, a veces traviesos y obtusos.»