José Luis de Vicente escribe sobre la adquisición del MoMA de Nueva York de una serie de videojuegos históricos para su exposición: Videojuegos en el MoMA – ¿Qué significa?
«En el fondo del debate está otra pregunta más tediosa, que es a la que se acaba llegando cuando se le dan vueltas a la cuestión de la legitimación cultural: “pero entonces, ¿son arte?”. Que el MoMA con toda su capacidad prescriptiva parezca situarse en el bando del sí entusiasmará a los partidarios e irritará a los detractores. Uno de los críticos de arte del Guardian, Jonathan Jones, exclama entre la impaciencia y el escándalo, “lo siento MoMA, los videojuegos no son Arte”. No sólo no lo son, sino que para Jones los efectos de que los consideremos arte pueden ser, de alguna manera, letales: “Exponer a Pac-Man y al Tetris junto a Picasso y Van Gogh supone un game over para cualquier comprensión real del significado del arte.“»