Alberto García Marcos entrevista a David Sánchez, uno de los autores de cómic españoles más original y con un universo más personal. Bienvenido al nivel uno.
AGM: ¿Has pensado alguna vez en trabajar con guionistas?
DS: No. No me motiva nada. Pegarme el currazo que es hacer un tebeo para contar la historia de otro… No lo veo. ¡Es que es un currazo! A veces, incluso siendo tu propia historia y estando motivado, dices: “Madre mía, dónde me he metido. Y lo que me queda por delante”. A mí lo que me gusta es dar rienda suelta a mis historias. Y además me mola que ni yo sepa lo que va a pasar y que, de repente, llegadas de algún sitio extraño, pasen cosas que incluso a mí me sorprendan. ¡Coño, se me ha ocurrido esto! Y me cierra, y me encaja, y me gusta, y veo claro que tiene que ser así. Mi sentido común me dice que la historia está bien, que tiene que ser así. Y eso es lo que me gusta, así que no me gustaría nada trabajar con un guionista, porque además yo me planteo mis propias historias, yo sé lo que es fácil para mí… bueno, no fácil, pero… lo que quiero decir es que a mí un guionista me pone un plano general exterior y me jode vivo. O te pone cosas que no sabes resolver, o que son más complicadas y no te apetece ponerte a resolver. Un guionista, que es alguien que crea escribiendo, te va a poner: “Diez mil millones de naves venían por el horizonte”. ¡Qué fácil! Ahora dibújate tú los diez mil millones de naves que venían por el horizonte [risas].