Para Manuel Gil la actual ley del libro es a todas luces imperfecta, así que propone algunas posibles mejoras y reformas que se le podrían aplicar. ¿Hay que reformar la ley del libro?.
«El primero de los artículos hace referencia a la posibilidad de un descuento del 5% al cliente final. En pleno siglo XXI, en un mercado altamente competitivo y con un deterioro del consumo en general y de libros en particular de la magnitud que padecemos, ¿no resulta ridículo que solo se pueda descontar un 5% del precio de un libro? Esto es a lo máximo que permite la Ley. En ferias y días del libro se alcanza el 10%. Veamos. Un libro que tiene un PVP de 20 euros, el cliente final lo puede comprar a 19 con el 5% de descuento legal autorizado. Ni que decir tiene que si tienes que coger un metro o un autobús para desplazarte hasta una librería por ese descuento ni me muevo del sofá. Los costes de transacción son superiores a la ventaja inducida del producto. A todo esto cuando paseas por una calle y observa las tiendas, de todo tipo, ofertando 30, 40 y 50% de descuentos en multitud de productos… lo primero que te viene a la cabeza es ¿y las librerías qué?»